Ficha de Sosuki

No recuerda a sus verdaderos padres, lo primero reflejado en sus recuerdos era su propia imagen sola, una pequeña niña sola y abandonada en un peligroso mundo lleno de sangre y dolor. Lo único que tenía era su nombre, lo único que la identificaba y permitía darse así misma una identidad. Sosuki.
Su viaje en la soledad no fue demasiado largo, ya que encontró la compañía de otra de tantas niñas huérfanas supervivientes a ese peligroso mundo. Ahriel, al igual que ella, estaba sola en el mundo, no tenía un futuro y deseos a lo que aferrarse, no tenía nada. Así que ambas, a pesar de ser completas desconocidas, decidieron protegerse la una a la otra, compartiendo de aquel modo un mismo apellido, ambas se proclamaron como las hermanas Shutoyuki.
En una de tantas aventuras que vivieron, ambas sentían que sus cuerpos no solo sentían sed, también comenzaban a tener una ligera sensación de hambre en algunas ocasiones, como si sus almas intentasen comunicarles algo. Cosa que pudieron confirmar en una ocasión, a cual casi fueron atacadas por un enorme hollow. Las niñas, indefensas ante tal bestia, fueron protegidas por dos hombres, dos misteriosos hombres vestidos de kimonos negros, eran dos shinigamis. Un hombre de rosbusto aspecto y sonrisa despreocupada, Kukashi ai, y otro de suaves rasgos y delicadas facciones, pero de desmesurada altura, Takuma yusei.
Desde que fueron salvadas por ambos hombres, no volvieron a verles jamás, toda noticia de ellos desapareció de sus vidas, pero ambas hicieron una promesa aquella misma noche que fueron salvadas, algún día serían como aquellos hombres, algún día ella serían las protectoras y no las protegidas, forjarían un futuro como shinigami juntas.
El tiempo las había endurecido, en especial a la mayor de ellas, Ahriel, la cual cada día era más y más protectora con ella. Eran tiempo felices, dos contra el mundo. Pero aquella felicidad acabaría pronto, ambas niñas fueron “adoptadas” por un hombre, Fuyushawa Hiro, o tito, como se hacía denominar para las niñas. Tras una máscara de humildad y ternura, se escondía el más retorcido de los hombres. Día y noche, a escondidas de la presencia de la hermana mayor, aquel hombre desahogaba toda su furia contra la pequeña, siendo objeto de múltiples golpes e insultos por parte de él. Poco a poco, aquel hombre fue acabando con la inocencia y alegría de la muchacha.
Pero aquello acabaría pronto, puesto a que al fin la hermana mayor desmanteló aquel papel, descubrió al hombre el cual, a decir verdad, ella jamás había mostrado un ápice de confianza, a diferencia de la pequeña Sosuki. Aquella noche, la cual aquel hombre estuvo a punto de sobrepasar la línea del maltrato a la pederastia, Ahriel Shutoyuki le dio muerte, así ambas fueron libres de aquella pesadilla.
Lo que no sabían es que ahora comenzaría una pesadilla mucho peor, aquel hombre era miembro de un grupo peligroso perteneciente a aquella zona del distrito de Zaraki, las calaveras partidas.
Ambas se vieron obligadas a separar sus destinos aquella noche, aquella misma noche la cual una de ellas derramó la sangre de alguien por primera vez, pero no sería la última.
Aquel peligroso grupo, no tardó en enterarse de la noticia de uno de sus miembros, por lo cual, enfocaron como objetivo a la hermana mayor. Pero no lo consiguieron, sin embargo, lo que si consiguieron fue hacerse con la pequeña Sosuki, la cual no fue más que objeto de burlas y juguete de diversión para aquellos temibles hombres. Aquella chica inocente, aquella niña de tierno carácter, comenzó a convertirse en algo que no deseaba, en una persona realmente despreciable.

Con deseos de venganza, tomó un plan para deshacerse de ellos desde dentro, de forma lenta y dolorosa, pero efectiva. Ella no tenía la fuerza ni las habilidades para luchar contra aquellos hombres, lo que si tenía era astucia. Investigaba todas las noches los peligrosos alrededores de la región, y cada vez que veía a aquellos seres, llamas hollows, enviaba falsos mensajes a pequeños grupos de dos o tres personas por separado de aquellos hombres, para que aquellas bestias inmundas de hueco mundo acabasen con sus vidas. Pero su plan fue desmantelado, fue descubierta su faceta, la máscara falsa que cubría aquel inocente rostro. Ese mismo día, el cual descubrieron el pastel, el mismísimo jefe de aquel grupo intentó dar fin a la muchacha.
Grandiosa era la suerte que rodeaba a la muchacha, ya que, por su pequeño tamaño, logró escapar de aquel grupo de hombres deseosos de derramar la sangre de ella, de aquel grupo que la había denominado como el lobo con piel de cordero.