Rangiku Natsume Shinigami de la 1ª División
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| Tema: ~ Rangiku Natsume ~ Sáb Mayo 29, 2010 8:01 pm | |
| Me gustaría que mi ficha fuera revisada por Seitsu, espero que te guste. ^u^ *** Nombre: Rangiku Natsume Sexo: Mujer Rango: Oficial de la 1ª División Aspecto: Es pelirroja, ojos azul cobalto y su piel blanca es especialmente tersa. Tiene un pequeño lunar en la barbilla del lado izquierdo. - Spoiler:
Zampakutoh: Tsuru Nenshou つる燃焼 (Enredadera Ardiente) - Spoiler:
Palabras de Liberación del Shikai: Saku… Tsuru Nenshou 咲く つる燃焼 (Florece… Enredadera Ardiente) Shikai: Al liberar el Shikai, la forma del arma se estiliza considerablemente. Y al aumentar el nivel de reiatsu, largas extensiones verdes compuestas por el mismo, nacen de la punta emulando las ramas de enredadera, que se mantienen suspendidas en el aire, serpenteando alrededor de Rangiku. Las ramas, producen finos cortes al contacto con el oponente, pero más allá del daño causado por las heridas, su fuerza consiste en que éstas producen intensos dolores parecidos a quemaduras que lentamente se extenderán hacia el interior. - Spoiler:
◊ Yoru Kaji 夜火事 (Fuego nocturno) Las ramas de Tsuru Nenshou liberan el fuego de su interior, ocasionando grandes llamas danzantes que al entrar en contacto con algún poder lanzado por el enemigo, le consumen como si se tratara de oxígeno a la flama normal, aumentando su tamaño y fuerza, que en un segundo movimiento podrá enviar de regreso hacia el oponente, habiéndole agregado el poder de la propia Zampakutou. ( Limitada a 2 usos en cada combate, efectiva hasta rivales de 10 niveles superior a su nivel ) ◊ Anatano Tamashii Wo Shouhi Suru あなたの魂を消費する (Consume su alma) (En proceso) ◊ Tama No Shiten 玉の支店 (Ramas de Jade) Las ramas quedan petrificadas por un instante, para astillarse en cientos de pequeñas lanzas que se disparan en contra del oponente. En ese momento, la enredadera adquiere un particular de verde brillante semejante al jade, así como su textura. Bankai: (No disponible) Palabras de la Liberación de Bankai: (No disponible) Espíritu de la Zampakutou:Tsuru Nenshou es un ser de apariencia etérea que siempre suele estar al lado de Rangiku, posee un aire arrogante y es increíblemente caprichosa. Gusta de acosar a la shinigami, e incitarla a dejar sus responsabilidades por cosas más divertidas. Tsuru tiene doble personalidad, y hasta la fecha es un misterio que es lo que detona el cambio de una a otra. La personalidad que generalmente gobierna es Tsuru, que es bastante agradable, divertida, despreocupada e irreverente con las personas en general. Y la otra cara de su esencia es Nenshou, que siempre se muestra fría, carente de sentimientos, altiva y enojada. - Spoiler:
Apariencia del Mundo Interno:- Spoiler:
Especialidades en el Arte Shinigami:¤ Zanjutsu: Maestro ¤ Hakuda: Principiante ¤ Hohou: Maestro ¤ Kidoh: Básico Carácter: Es muy amable y educada. Normalmente está sonriendo e intenta ser muy agradable con las personas a su alrededor. Suele pasar largos periodos apartada de la gente, en actitud meditabunda, aunque cuando esta acompañada es bastante sociable y extrovertida. Es inteligente, valiente y extremadamente competitiva. Cuando algo la enfada suele evadirse y prefiere no discutir, a menos que la afrenta sea imperdonable, en cuyo caso deberá limpiar su honor llegando hasta las últimas consecuencias sin ningún remordimiento. El valor, honor, lealdad y rectitud son el motivo de su existencia, por ello es muy apegada a las reglas y protocolos. Siempre ha presentado un particular respeto y obediencia, ante los que tienen un poder superior al suyo. Es muy respetuosa de la cadena de mando. Perfil psicológico:Es una ególatra y narcisista. Siempre se siente sola, aun en compañía. Le es muy difícil depositar confianza en otros, porque suele estar convencida de su incompetencia. Tiene carencias afectivas, probablemente ocasionadas por el poco contacto en la infancia. Increíblemente aprensiva. Su CI es superior al promedio. Historia: - Spoiler:
Rangiku había sido guiada al menos durante la infancia, por la fuerte figura de su padre Natsume Akiyama, quien en un tiempo lejano, habría sido el Capitán de la 12ª División. Y quien la había educado para ser una dama noble, una líder del Gotei, quien casi inevitablemente tendría un impecable futuro como primogénita de su Clan, al menos eso habría parecido hasta antes de que aquella noche… en que todo cambiara…
La célebre casa Natsume, que desde que el Sereitei tiene memoria ha existido inmutable albergando a algunos de los shinigamis más poderosos de la historia, vivió una época de paz y prosperidad bajo la protección del jefe del Clan Natsume, Capitán del 12° División, de los 13 Escuadrones de Protección de la Corte, que era conocido por su inmenso sentido del honor y dignidad. Su carrera había sido impecable desde el inicio, por lo que se convirtió en una figura muy importante del Gotei 13. Pero suele suceder a aquellos que ostentan un poder tan enorme, existen historias que se tejen bajo ellos, esperando el momento oportuno para interrumpir la calma…
El caluroso clima, había invitado a la joven Rangiku a dirigirse al hermoso jardín de la casa Natsume, por un poco de paz. Cerca de la puerta, algo llamó la atención de la chica desde un rincón, se trataba de la mirada fija de su hermana menor Mika, que probablemente intentaba seguirle a escondidas como solía hacer. La pelirroja sonrió ampliamente hacia ella, y de inmediato retomó su camino dejando a la pequeña claramente confundida, pero solo un par de pasos adelante, Rangiku expresó despreocupadamente y sin voltear:
― Apresúrate Ichi… sabes que no me detendré.
Rangiku conocía bien la entusiasmada sonrisa que había en respuesta al escuchar aquel mote cariñoso con el que desde bebé había llamado a Mika; de inmediato ella la siguió con una veloz carrera. Siempre le había parecido que la actitud de la pequeña rubia era orgullosa, vibrante y complacida por la aceptación, virtudes curiosas en una niña tan pequeña. Poco antes de cruzar el enorme umbral hacia el exterior, Rangiku volteó a ver la pequeña rubia, con esa sonrisa familiar para agregar:
― Siempre puedes venir conmigo.
Es seguro que ella no había imaginado la importancia de dicha frase. Justo antes de desaparecer en el brillo que se filtraba por la majestuosa puerta, la pelirroja extendió la mano hacia Mika para cruzar juntas.
Con el pasar de los años el recuerdo del momento más importante de su vida, no sería un retrato claro, se trataba más de ideas acerca de algunos momentos decisivos, que de recuerdos, todo había sucedido tan rápido, que no había tenido tiempo de saber cómo su vida había cambiado para siempre…
La linda postal en su mente evocada una y otra vez durante sus sueños, retrató el instante justo en el que una joven Rangiku levantaba la pequeña hoja donde había logrado que se posara una bellísima mariposa negra, para enseñársela a su hermana menor Mika, que en ese momento aparentaría unos 9 años. Ambas estaban sentadas entre los arbustos al pie de unos enormes árboles cercanos a su hogar, tras decidir salir solo un momento para disfrutar de la agradable brisa vespertina, que sin darse cuenta por el encantador momento que vivían, se había trasformado en nocturna, hasta que de pronto un estremecedor sonido interrumpió ese instante y sus vidas…
Del interior de la casa escapó un estremecedor sonido, parecido a una enorme ola que habría venido de la nada. De inmediato, gritos provenientes de las desesperadas gargantas de los empleados, extraños destellos visibles por algunas ventanas del segundo piso… el sonido del combate… Las paredes de la propiedad se desmoronaban frente a sus ojos, en un acto que Rangiku jamás se habría podido imaginar, su mirada más que de temor pareció incrédula, indignada y por supuesto sorprendida. Ella sabía que adentro se encontraban sus padres, y que no había nadie más ahí que pudiera auxiliarlos… “papá…”
Decenas de veloces sombras se introducían por las ventanas… “demasiados intrusos…” repetía en su mente la angustiada pelirroja. Inevitablemente en pocos segundos, el alboroto y el caos se adueñaron del lugar… De manera instintiva su mano se dirigió hacia la de la pequeña rubia para asirla firmemente y con un movimiento ágil se puso de pie para correr con todas sus fuerzas hacia el espeso bosque que enmarcaba su hogar. Ella no recordó haber volteado ni una vez, ni dudado en continuar, solo podía pensar obsesivamente en medio del miedo que había invadido su corazón:
― ¡¡¡¡Te sacaré de aquí, nunca te voy a soltar Mika!!!!
Algo crujió en el bosque junto a ellas, denotando la presencia de un intruso que las había interceptado, Rangiku que hasta ese momento había “arrastrado” a su hermana por el camino hacia algún lugar seguro y desconocido, se detuvo con fuerza parando en seco su carrera. En ese instante el intruso reveló su identidad… fue claro por su atuendo… Él se lanzó sobre ellas blandiendo su arma, los ojos de la joven pelirroja se estrecharon con toda la rabia que había contenido hasta ese momento, al tiempo que su mano izquierda se dirigió al frente para pronunciar con fuerza:
― Hadou 33, Soukatsui. Oh Señor, Máscara de Carne y Hueso, toda creación, batir de alas, aquellos que llevan el nombre de hombre, verdad y temperamento. A través de este muro sin destino de sueños desatados pero con la leve ira de tus garras.
En ese momento se desprendió de su mano una enorme bola de fuego azul que arrasó sin ningún problema con todo frente a ella, incluyendo al desafortunado enviado, su padre le había enseñado bien desde que tuviera edad para comprender las Artes Kidoh. Sin pensarlo más, Rangiku continuó su carrera a través del bosque en un trayecto que habría borrado de su memoria, hasta que los sonidos que ahora poblaban sus pesadillas ya no fueron audibles.
Después de lo que le pareció un instante y aunque ella no lo sabía, sus pasos las habían llevado hasta un hermoso claro en el 1er Distrito del Rukongai, cerca de un inmenso roble que permanecía de pie, inamovible y poderoso, rodeado de hermosos cerezos que enmarcaban su estatus, durante el primer instante del encuentro, Rangiku vio en aquel enorme árbol la fuerza y dignidad su padre, y de forma probablemente inconsciente le pareció el lugar más adecuado para esperar, aunque era claro que no tenía idea de qué… solo, no había nada más que hacer… su vida había cambiado para siempre y ahí abrazadas sin decir palabra, ellas parecían saberlo, sintiendo que desde ahora solo se tenían la una a la otra…
Ellas fueron encontradas horas después, por los miembros del Escuadrón 12°, fieles a Natsume Taicho, sus miradas sorprendidas pero llenas de pesar le dieron a Rangiku las respuestas que buscaba, no hubo necesidad de más, “¿como estas niñas salieron vivas de ese lugar?” “¿…y como llegaron tan lejos?”. La vida desde ahora sería peligrosa, difícil y solitaria, en un segundo lo que parecía ser una vida idílica y prometedora, se había transformado en una extraña aventura que de seguro, tendría un camino incierto.
Los años pasaron, Rangiku siguió estudiando las artes que su padre le habría enseñado desde pequeña y con el tiempo se unió a las Fuerzas Especiales, donde obtuvo un puesto de importancia bajo el mando de Kaji Kurai; posteriormente, probablemente por sentirse muy lejos de sus objetivos e intereses personales, decidió formar parte de los 13 Escuadrones de Protección de la Corte eligiendo la 1ª División como su nuevo hogar.
Esa inesperada noche, dejó miles de incógnitas para ellas y el Sereitei, aunque como muchos asuntos incómodos concernientes al Gotei 13, había quedado en el olvido. Nunca hubo respuestas a lo sucedido, ¿por qué Natsume Taicho y su esposa la Sacerdotisa Kyo sama habían sido asesinados esa noche por shinigamis?...
La casa fue casi destruida en la pelea, el factor sorpresa ó el enorme poder de algún enemigo había terminado por vencer al más poderoso de sus habitantes. Ellas nunca más volvieron a sufrir un atentado, poco después la casa fue restaurada y volvieron para habitarla, aunque ahora siendo las huérfanas Natsume que permanecían solas en la enorme mansión, ya que aunque el número de personas a su servicio era enorme, no compartían con ninguno lazos afectivos mas allá de la simpatía, esperando algún día crecer y hacerse más fuertes para tomar un lugar honorable en la familia.
Después de algunos años, Rangiku se habría encontrado con un detalle que llevaba años intrigándola, a partir de aquella noche solo algo faltó en la casa, un libro de su padre, el único espacio vacío de aquel enorme librero era irónicamente lo que llenaba ahora sus pensamientos. ¿Habría sido ese el motivo?... Pero la vida sin duda, vuelve a tomar su curso sin importar lo que suceda...
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