Ok. Esta breve narración de 4 páginas de Word no es mía, aclaro, solo me tomé las molestias de corregir cosas pequeñas como signos de interrogación, acentos, entre otros. Me pareció algo tan sencillo como profundo, y en cuanto lo leí, sentí la frenética necesidad de hacerlo público. Quizás me entiendan al leerlo, o tal vez solo son peculiaridades mías.
"Eres todo" es propiedad de NADIE (así se quiso llamar mi amigo, dato curioso), todos los derechos reservados.
Eres todo
Ibas en camino a casa cuando moriste.
Fue un accidente automovilístico, nada realmente remarcable en realidad, pero fatal sin duda. Dejaste atrás a una esposa y 2 hijos. Fue una muerte sin dolor. Los paramédicos dieron lo mejor de sí para tratar de salvarte, pero era muy tarde. Tu cuerpo estaba tan resquebrajado que era mejor que murieras, créeme.
Y entonces me conociste.
“¿Qu-Qué ha pasado?” Preguntaste. “¿Dónde estoy?”
“Estas muerto” Dije sin alargar, en un tono bastante realista. No hay motivo para ocultar verdades ahora.
“Ha-Había un camión… y yo… perdí el control del auto…”
“Sip.” Dije.
“Y-yo… ¿morí?”
“Eh, sip. Pero no te preocupes, todos mueren.” Dije.
Miraste alrededor atentamente. Viste el vasto montón de Nada que nos rodeaba. Solo estábamos tú y yo. “¿Qué es este lugar?” Preguntaste. “¿Es esto la otra vida?”
“Eh, se podría decir que si.” Dije.
“¿Eres… Eres Dios?” Me preguntaste.
“Sip” Respondí. “Soy Dios”
“Mis hijos… mi esposa…” Dijiste.
“¿Qué con ellos?” Dije secamente.
“¿Estarán bien?”
“Ah, eso es lo que me encanta ver.” Dije complacido. “Acabas de morir, y tu mayor preocupación es tu familia. Eso es bastante bueno en realidad.”
Me miraste con admiración. No parecía ningún Dios, solo algún tipo de hombre, o quizá mujer. Una vaga figura de autoridad, quizá. Parecía más un maestro de geografía que el todo poderoso, pensaste.
“No te preocupes.” Dije. “Ellos estarán bien. Tus hijos te recordaran como un padre perfecto, con mucho cariño. No tuvieron el suficiente tiempo contigo como para empezar a odiarte. Tu esposa llorara por fuera, pero por dentro se sentirá aliviada. Para ser justo, su matrimonio estaba a punto de caerse a pedazos. Si te sirve de consolación, ella se sentirá muy culpable por estar aliviada.”
“Oh,” Dijiste. “¿Y qué pasa ahora? ¿Voy al cielo, al infierno, o algo?”
“Naah, ninguno.” Dije tranquilamente. “Vas a reencarnar.”
“Ah, así que los hindús estaban en lo correcto.”
“Todas las religiones están bien en su propio modo.” Te dije. “Camina conmigo.”
Me seguiste a paso seguro mientras caminábamos por el eterno vacio. “¿A dónde vamos?” Preguntaste.
“Ah, a ninguna parte en especial.” Te dije, con una sonrisa. “Es solo que es lindo poder caminar y hablar así.”
“Y, ¿cuál es el punto entonces?” Me preguntaste. “¿Cuando renazca, seré una placa en blanco, no? Así que todas mis experiencias y aprendizajes de esta vida no importaran en la siguiente.”
“Ah, ¡pues ni tanto!” Te dije. “Tienes dentro de ti el conocimiento, y las experiencias de todas tus vidas pasadas. Es solo que no lo recuerdas justo ahora.”
Deje de caminar, y te tome por los hombros. “Tu alma es mas magnifica, bella y gigante de lo que te puedas imaginar. Una mente humana solo puede contener una pequeña fracción de lo que eres. Es como meter un dedo en el agua de playa para ver si está caliente o fría. Pones una pequeña parte de ti en un cuerpo, y cuando lo tomas de vuelta, has ganado todas las experiencias que tubo. Has estado en un Humano por 48 años, así que no te has estirado aun, para sentir el resto de tu enorme consciencia. Si nos quedáramos aquí por el tiempo suficiente, empezarías a recordar lo que eres. Pero no hay punto en hacer eso cada vez que mueres.”
“¿Cuantas veces he reencarnado entonces?”
“Oh, muchas. Muchas, muchísimas muchas. Demasiadas. ¿Ya dije muchas? Y en millares de vidas diferentes, has sido de todo en tu vida.” Te dije. “Esta vez, serás una chiquilla china en el año de 540 A.D.”
“E-espera… ¿qué?” Tartamudeaste un poco al decir esto. “¿Me enviaras de vuelta al pasado?”
“Eh, pues… técnicamente si, supongo. El concepto de Tiempo como lo conoces solo existe en tu universo. Las cosas son diferentes de donde yo vengo.”
“¿De dónde usted viene?” Preguntaste.
“Ah, claro.” Te explique. “Yo vengo de un lado. Otro lado. Sé que quizá quieras saber cómo es todo allá, pero realmente? No lo entenderías.”
“Oh,” Dijiste, un poco decepcionado. “Pero espera. Si me reencarno en otros lugares en el tiempo, pude haber interactuado conmigo mismo en algún punto.”
“Ah, seguro. Pasa todo el tiempo. Y como en ambas vidas están preocupadas por su propia longevidad, ni siquiera se dan cuenta que pasa.”
“Así que, ¿cuál es el punto de hacer todo esto?”
“¿En serio?” Pregunte. “¿En serio? ¿Estas preguntando por el significado de la vida? Eso no es… un poco… ¿estereotípico?”
“Bueno, es… una pregunta razonable.” Persististe.
“Ahhh, como desees.” Te mire a los ojos y dije. “El significado de la vida, la razón por la que cree este universo completo… es para que madures.”
“¿Te refieres a la humanidad? ¿Quieres que maduremos?”
“¿Eh? No. Solo tú. Hice este universo completo solo para ti. Con cada vida que vives, creces, maduras y te vuelves un mayor intelecto.”
“¿Solo yo? ¿Qué hay de todos los demás?”
“¿Todos los demás? No hay ningún todos los demás.” Te dije. “En este universo, solo estamos tu y yo.”
Me miraste casi como si no me estuvieras mirando en absoluto. “P-pe-pero… la… la tierra… ¿toda la gente de la tierra?”
“Todos tú, diferentes encarnaciones de tú, siendo tú.”
“Espera… ¡¿Soy todos?!”
“Ah, hasta ahora lo entiendes.” Dije, mientras te daba una palmadita de felicitaciones en la espalda.
“¿Soy todos los humanos que han vivido?”
“Y todos los que vivirán de ahora en adelante, sí.”
“¿Soy Abraham Lincoln?”
“Y eres el asesino de Abraham, John Wilkes Booth también.” Añadí.
“¿So-soy Hitler?” Dijiste, apaleado.
“Y eres todas y cada una de sus víctimas.”
“¿Soy Jesucristo?”
“Y también eres cada una de las personas que lo siguieron.”
Te quedaste en silencio.
“Cada vez que victimizaste a alguien,” Te dije. “Te estabas victimizando a ti mismo. Cada acto de bondad que has hecho, te lo has hecho a ti mismo. Cada momento feliz o triste que alguien ha sentido, o va a sentir, solo será experimentado por ti.”
Te quedaste pensativo por un largo rato.
“¿Por qué?” Preguntaste. “¿Por qué hacer todo esto?”
“Porque algún día, serás como yo. Porque eso es lo que eres. Eres mi hijo.”
“WHOA,” Dijiste incrédulo. “¿Dices que yo soy Dios?”
“No. No aún. Todavía eres un feto. Todavía estas creciendo. Una vez que vivas todas las vidas humanas que habrá por todo el resto del universo, podrás nacer y ser uno como yo.”
“Así que… todo el universo…” Dijiste. “Todo el universo… es solo…”
“Un huevo” Te respondí. “Y ahora es tiempo que vivas la vida que tienes por delante.”
Y mande por el camino correcto, esperando lo mejor.
No se olviden de comentar ;3 harán feliz a mi amigo y menos NADIE (?)