Nombre:
Sharel Thamers
Sexo:
Masculino
Poder del Hollow:
Sharel tiene la habilidad de hacer vibrar a grandes velocidades las partículas de reiatsu que se encuentran en el ambiente. De esa forma puede crear ráfagas de aire cortante, usar las partículas para proporcionarse a sí mismo la capacidad de cortar. Se pueden distinguir las partículas que Sharel está controlando al teñirse de un tono naranja brillante.
Aspecto:
- Spoiler:
Carácter:
A pesar de ser un hollow, los cuales son, por naturaleza, agresivos, violentos e irracionales, Sharel no tiene absolutamente nada que ver con ese estereotipo de hollow. Al contrario de lo que acostumbran ser, Sharel es un hollow bastante pacífico y tranquilo, prefiriendo evitar los combates innecesarios.
Historia (Opcional):
El verdadero nombre de Sharel cuando aun estaba vivo era
Tsukichi. Este murió a la edad de 17 años. Era un chico bastante normal, le apasionaban las piezas de graffity, solía quedar con sus amigos para pintar por ahí. Normalmente se ganaban una mala reputación por el barrio al hacer excesivas competiciones de Bombing, es decir, competir entre ellos para ver quien era el que hacía más graffitys de cualquier estilo. Un día, quisieron probar un reto más desafiante... y peligroso. Consistía en hacer una pieza en el vagón de un trén en movimiento. La idea, obviamente, emocionó a Tsukichi.
Cuando estaba pintando la mitad de su pieza, este resbaló, y fué arrollado por un trén que venía justo en dirección contraria, acabando así con su vida.
Tsukichi despertó, se vió rodeado de gente, gente que miraba donde él se
encontraba, lo cual le extrañó, hasta que recordó lo que le había pasado. Se levantó, trató de explicarle a aquella gente que no le ocurría nada, pero estos parecían no haberse dado cuenat de que se puso en pie, pues seguían mirando hacia abajo, donde él estaba antes tumbado. No quiso darle importancia y estaba a punto de pasar de largo, cuando, al girarse hacia donde miraban todos, se dió cuenta de que ahí mismo se encontraba... él mismo, o más bien, su inerte cuerpo, con la cara y casi todo el cuerpo manchado de sangre. Se dió cuenta de que del pecho de su cadaver colgaba una cadena que estaba enganchada a él mismo. No sabái que podái ser esa cadena, pero podía darse cuenta perfectamente
de lo que le había ocurrido, estaba muerto. No podía quedarse ahí para siempre, pero pensó en que si movía su cuerpo la gente se extrañaría, así que pisó la cadena fuertemente y comenzó a tirar; pero por mucho que tirase, esta no se rompía. Al estar cerca de las vías del tren, y ver que la cadena era lo bastante larga, la arrojó a las vias cuando un tren pasó, y este, al pasar por encima, acabó destrozándola, desprendiendole de su cuerpo, cosa de la cual, poco después se arrepintió, al ver como la cadena iba consumiendose poco a poco, devorando sus propios eslabones, al no poder evitarlo, la cadena acabó por consumirse del todo, y fue entonces cuando se transformó por primera vez en hollow. Este había perdido gran parte de su conciencia, y comenzó a sentir un
apetito extraño... Sus ansias solo eran calmadas al devorar almas, ya fueran personas vivas o algún alma extraviada. Con el tiempo, las almas de los mortales no conseguían llenarle lo suficiente, y su instinto fue volcado en devorar a los de su especie. Inconscientemente, una vez fue capaz de abrir un portal, el cual le llevó a un extraño bosque negro, pero aquellos árboles no parecían ser de madera.. era algo más duro... ¿cristal? ¿cuarzo?...
Pasó mucho tiempo en aquel bosque petreo devorando a cada hollow que se le cruzaba por delante. Llegó a unirse con más hollows hasta llegar a convertirse en un gillian. Sus ansias no cesaban, continuó devorando hollows sin parar. Llegó a comerse a una considerable cantidad de gillians, lo cual hizo que sus poderes crecieran aun más y llegó a convertirse en un adjucha, un adjucha con la apariencia de un monstruoso escorpión. Fue abriendose paso hasta llegar a un
desierto de arena blanca, el cual se extendía hasta el horizonte, siendo
incapaz de ver nada más que arena y algun que otro pequeño arbol de cuarzo. No pasó mucho tiempo hasta descubrir que aquel desierto era más peligroso que el bosque, pues a cada instante, hollows desesperados por ser aun más fuertes trataban de devorarle. Sin embargo, él fue capaz de defenderse de aquellos grupos de hollows salvajes y acabó devorandolos uno a uno. Una vez, un adjucha especialmente salvaje le atacó por sorpresa, con la intención de devorarlo, Tsukichi pudo evitarlo por muy poco. Aquel hollow le explicó que aun existían poderes mayores que los de un "simple adjucha". Le explicó el extraño caso de los Vasto Lorde, y de un proceso llamado "arrancarizacion".
Según le contó, aquel hollow estaba esperando a transformarse en Vasto Lorde para ser arrancarizado, pues de esa forma, su poder sería mucho mayor. Tsukichi compartía el mismo ansia de poder que aquel hollow, y tras un largo combate, fue capaz de devorarlo. A pesar de que aquella idea de ser un Vasto Lorde era más que tentadora, Tsukichi no era idiota, sabía de sobra que él ya había llegado a su límite, su evolución se había detenido ahí, siendo un adjucha. Lo demás es historia.