Izumi Nagisa Shinigami de la 9ª División
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| Tema: Ficha de Izumi Nagisa Vie Jun 17, 2011 6:23 am | |
| Nombre: Izumi Nagisa Sexo: Femenino Cargo: Shinigami raso de la 9ª división Zampakutoh: Kiyohime. Su aspecto es el de una simple, sencilla y delicada katana de aproximadamente 102 cm de longitud total, la extremadamente filosa hoja se diferencia de otras katanas por poseer una sutil y peculiar tonalidad blancuzca, como la pálida piel de una grácil doncella, que contrasta en demasía con el intenso color azul que tiñe las varias cintas y cordones que envuelven con firmeza y perfecta simetría la empuñadura de la katana, la cual posee además una guarda circular, de color grisáceo, con motivos curvos que hacen referencia a los movimientos serpentinos y ondulatorios de las múltiples cabezas de una mítica hidra. La vaina de la katana también se encuentra adornada por varios de aquellos cordones azulados que envuelven la empuñadura, sin embargo, el color en sí de la vaina de una tonalidad diferente de azul, uno mucho más oscuro y velado, como los ojos de aquella que la porta. - Spoiler:
Espíritu de la Zampakutoh: La verdadera forma de Kiyohime es la de una majestuosa y colosal hidra, una criatura mítica con forma de dragón y serpiente policéfala, caracterizándose por alcanzar el curioso número de 9 cabezas. Su cuerpo se encuentra completamente cubierto por escamas en diversas tonalidades de azul, siendo mucho más claras en la porción ventral de su cuerpo y mucho más oscuras en el resto. Posee unos enigmáticos y excepcionales orbes de color dorado que le otorgan una mirada penetrante y amenazadora. Al materializarse, adquiere una forma mucho más humanoide y de menor tamaño, transformándose en una bella joven de largos y lacios cabellos blancos, adornados por una delicada corona del mismo color con detalles de piedras preciosas en color azul y un par de prolongaciones óseas que se extienden a cada lado de su cabeza. Su piel se vuelve mucho más tersa y extremadamente pálida, un delicado vestido con puntillas y encajes cubre su cuerpo, aunque sus extremos se encuentran ligeramente húmedos, como si la joven hubiera tomado contacto de alguna forma con el agua, aunque tal vez lo más correcto sería decir que hubiera emergido de ella, y la única similitud entre una forma y otra son ese par de dorados y cautivantes orbes que parecieran ejercer algún tipo efecto hipnótico sobre cualquiera que se atreva a cruzar alguna mirada con ellos. - Spoiler:
La personalidad de Kiyohime varía según la forma en la que se presente, son completamente distintas una de otra, como si fueran el día y la noche. Cuando se materializa se comporta de una manera bastante tímida e introvertida aunque sus palabras y acciones son siempre nobles, elegantes y cálidas, escucha sin objeción lo que Izumi le dice y obedece las órdenes de ésta al pie de la letra, es muy buena dando recomendaciones y todo tipo de consejos, posee una calma y una tranquilidad que la hacen capaz de serenar hasta la más iracunda de las bestias, es dueña de una armoniosa y melodiosa voz y es bastante difícil hacerla enojar, sin embargo suele llegar a ser algo caprichosa y obsesiva. En su estado de hidra, Kiyohime es mucho más extrovertida y rebelde, impulsiva e implacable, su voz se vuelve más profunda y sombría, sus comentarios son más maduros, sabios y hasta sutilmente mordaces, aunque también puede llegar a ser vengativa, cruel y extremadamente posesiva; muchas veces hasta se da el lujo de no hacer caso a las palabras de Izumi, pero no es por no respetarla sino porque Kiyohime se vuelve absolutamente sobreprotectora y territorial con su dueña, se podría decir que hasta ciertos instintos maternales despiertan en ella y por ende si existe alguna posibilidad de que Izumi salga herida, Kiyohime tomará sus propias riendas con el fin de proteger a su dueña no importando lo que ésta diga. Mundo Interno: Pacífico, solitario, exquisito, bello, idílico, imperturbable, etéreo, un mundo de ensueño donde reina eternamente la noche y el cielo estrellado es el único que ilumina un amplio y verde valle rodeado de majestuosas montañas, donde el atractivo principal es un inmenso y profundo lago que refleja el paisaje a su alrededor cual místico espejo cristalino. Apenas una ligera y fresca brisa nocturna invade el lugar y mece las hojas de los árboles, recorriendo el colorido prado y haciendo que el perfume de miles de flores se mezclen en perfecta armonía, convirtiendo éste, en un lugar digno de ser plasmado por grandes artistas como una soberbia obra de arte. La mayor parte del tiempo, Kiyohime suele descansar tranquilamente en las profundidades del lago en su plena forma de hidra, emergiendo de éste únicamente cuando Izumi se hace presente en tal lírico paraje, sus poderes de Zampakutoh son requeridos por aquella o es conveniente su materialización. - Spoiler:
Palabras de la Liberación: ¡Emerge del abismo de la desolación, Kiyohime! Shikai: Tras las palabras de liberación, la blanquecina hoja de la katana que porta Izumi se divide en dos extremos independientes que inmediatamente se entrelazan mutuamente mediante un rápido movimiento de oscilación y serpenteo, otorgando una nueva forma a la Zampakutoh, la cual mantiene la básica forma de una espada, aunque su aspecto se vuelve mucho más inverosímil y hasta podría decirse, extravagante, especialmente por la ondulada forma final que termina adquiriendo la hoja de la Zampakutoh. La empuñadura mantiene aquel profundo color azul que poseía en su forma anterior, sin embargo, la guarda deja de ser circular, tomando una apariencia de media luna y del lado contrario a ésta, en el extremo inferior de la empuñadura, se pueden observar unas peculiares ramificaciones con apariencia de garras que envuelven una cristalina esfera azulina, como si se tratase de un tesoro que es necesario custodiar. Bajo ésta forma, Kiyohime le permite a su portadora generar, absorber y manipular el elemento agua en su estado líquido. El agua creada por ésta Zampakutoh está directamente ligada al reiatsu de su portadora por lo que la resistencia, velocidad y potencia de sus ataques defensivos y ofensivos varían según el nivel en el que se encuentre la usuaria. - Spoiler:
Técnicas del Shikai:-Mizu Suraisa (Water Slicer): Técnica ofensiva de mediano y largo alcance. Consiste en numerosos lanzamientos de agua a alta presión y a gran velocidad, que se desprenden de los extremos laterales oblicuos y convexos de la Zampakutoh, adquiriendo forma de cuchillas semicirculares de mediano tamaño que giran sobre sí mismas al mismo tiempo que avanzan contra el o los enemigos. Ésta técnica le permite a la usuaria de la Zampakutoh dañar a más de un oponente posible al mismo tiempo ya que se pueden realizar varios disparos seguidos y en distintas direcciones con relativa facilidad. Debido a la elevada velocidad y potencia contenida en cada lanzamiento, las cuchillas a pesar de ser sólo de agua son capaces de rasgar y cortar hasta la roca más sólida. -Mizu Hidora Muchi (Water Hydra Whip): Técnica ofensiva y defensiva simultánea de corto alcance. La Zampakutoh crea un orbe de agua alrededor de su usuaria, protegiéndola del ataque del enemigo gracias a la densidad y pesadez del agua y al mismo tiempo, varios látigos de agua de alta presión surgen sincronizadamente de dicho orbe en dirección al o los posibles adversarios, con el fin de impactar fuertemente sobre ellos y alejarlos la mayor distancia posible de la usuaria. A pesar de ser una técnica que combina eficazmente defensa y ataque, su tiempo de duración es relativamente corto, ya que al momento de impactar y desplazar al enemigo, los látigos se retraen rápidamente y el orbe de agua se desvanece. -Mizu Kabe no Jōshō (Rising Water Wall): Técnica defensiva que crea un fuerte y amplio muro de agua frente a la usuaria de la Zampakutoh interceptando y ofreciendo resistencia contra todo tipo de ataques enemigos. Consiste en realizar un rápido corte horizontal en el suelo en la dirección requerida y rápidamente de dicho lugar se elevará abruptamente desde abajo hacia arriba, con gran fuerza y presión un enorme muro de agua, cual géiser, alcanzando aproximadamente los 3 mts de altura. Es posible generar varios muros alrededor de la usuaria realizando varios cortes para generar una mayor defensa y reducir las aperturas posibles generadas por la propia técnica, ya que en principio únicamente es eficaz contra ataques frontales. Palabras de la Liberación: (No disponible aún) Bankai: (No disponible aún) Aspecto: De complexión delgada y atlética, con curvas sutiles y delicadas, Izumi posee pequeños y finos labios rosados y un par de enigmáticos e intensos ojos de color azul oscuro, que parecieran engullir a cualquiera que se detenga demasiado tiempo para admirarlos, los cuales, sumados a una lisa, corta y ligeramente despeinada cabellera de color negro azabache, contrastan demasía con la claridad de la terciopelada piel de la shinigami. De estatura medianamente alta se podría decir, ya que, a pesar de medir aproximadamente unos 1.67 m, los largos brazos y piernas de Izumi le dan una apariencia mucho más alta de la real. Usualmente viste el típico uniforme de color negro, propio de cualquier shinigami de igual rango, sin embargo, en el caso de Izumi, dicha indumentaria presenta una ligera diferencia respecto de las demás, ya que siempre va acompañada de una larga bufanda de color azul violáceo, regalo de su antigua mentora y madre, y posee además extensos protectores de tela blanquecina en los brazos y principalmente en el torso y cuello, de manera tal de ocultar, con éstos últimos, una enorme cicatriz en forma de “X” que posee la shinigami en su torso, producto de un enfrentamiento pasado con aquel al que solía amar. En lo que al mundo humano se refiere, el gigai de Izumi suele variar según la estación del año, entre varias versiones de un mismo modelo básico de vestimenta, que consta de un vestido corto, de mangas largas, enterizo, bastante ceñido al cuerpo, del mismo color negro que los cabellos de la shinigami, a veces adornado con un cinturón de cuero, acompañados por su inseparable bufanda, un par de guantes de azulino color, una chaqueta de igual color que los guantes si la temperatura lo requiere y unas botas altas hasta casi la rodilla, tipo militar, también de color negro con medias que suelen variar de longitud, siendo a veces cortas y a veces mucho más largas, confiriéndolo a la joven una vestimenta bastante cómoda y práctica, aunque algunos podrían llegar a considerarla sutilmente incitante. - Spoiler:
Carácter: De personalidad seria, reservada, perseverante y con ligeros tintes sarcásticos y mordaces, Izumi es una shinigami sumamente madura, que piensa mucho y tal vez demasiado antes de hacer las cosas, es extremadamente responsable, sobre todo con su trabajo dentro de la división, aunque a veces peca en responsabilidad volviéndose casi una adicta al trabajo, tal vez porque prefiere tener la mente ocupada en otras cosas en vez de recordar continuamente aquel trágico pasado que la acecha siempre que encuentra oportunidad. Es bastante metódica y analítica, sigue las reglas al pie de letra, a menos que exista a su consideración una muy buena razón para no hacerlo, se destaca por su astucia e ingenio, sin embargo, su increíblemente certera intuición es lo que más llama la atención, ya que es capaz de prever y prevenir todo tipo de situaciones, algo que ha aprendido a desarrollar a partir de errores pasados, es por ello que aunque parezca curiosa, siempre se encuentra prestando atención a los detalles no importa lo pequeños e insignificantes que sean y haciendo preguntas de todo tipo hasta llegar a ser un tanto molesta. A pesar que suele parecer completamente indiferente, fría, algo solitaria y con ciertas tendencias a evitar a sus congéneres, en realidad es todo lo contrario, sólo que prefiere mantenerse alejada para evitar volver a salir lastimada, es por ello que también es alguien muy desconfiada y son pocas las personas que pueden llegar a ganar su absoluta confianza. Por lo general es bastante tranquila y se mantiene calmada en todo momento puesto que su paciencia es vasta pero cuando se enoja lo hace con razón y es de temer, volviéndose bastante autoritaria, desafiante, insensible, cínica y hasta cruel, despiadada y sádica, especialmente en el campo de batalla, donde libera aquellas ataduras emocionales que ella misma se ha autoimpuesto, desatando una tormenta de sentimientos que siempre terminan devastando a sus oponentes. Historia:- Spoiler:
-Capítulo I: Cuando la nieve se tiñe de rojo. Aquella era una fría noche de invierno, las densas nubes habían cubierto por completo el cielo nocturno, una ligera ventisca deambulaba por el lugar y al parecer iba a comenzar a nevar justamente como en las noches previas a esa, borrando cualquier rastro de la trágica masacre que acababa de ocurrir. Fueron apenas unos segundos pero habían parecido horas, aquella residencia que alguna vez había albergado a una cálida y feliz familia, ahora se encontraba sumida en el más sepulcral de los silencios, conteniendo únicamente a la muerte en su máximo esplendor y es que cuando alguien se involucra con la mafia, sea del tipo que sea, el final siempre es triste y amargo. Una joven de belleza grácil y etérea yacía en el jardín interno de la residencia tratando de mantenerse con vida, aunque su destino ya había sido sellado y solo era cuestión de tiempo para el irreversible final; la enorme cantidad de sangre que había perdido producto de aquellos disparos en su pecho habían teñido por completo la nieve a su alrededor, como si un par de profundas rosas rojas se abrieran paso en un jardín poblado de flores blancas dispuestas a conformar un delicado y peculiar ataúd. Lentamente la vida de la joven se fue apagando junto con aquel brillo en sus profundos ojos azules y antes de ser consumida por la eterna oscuridad, un par de dulces y tiernas palabras llegaron a sus oídos, aunque para entonces ya no podía discernir de dónde provenían ni qué es lo que decían, pero de alguna forma habían reconfortado su alma, la cual sería luego guiada hacia otro lugar, dejando atrás todo recuerdo y memoria no sólo de lo acontecido sino también de su total existencia en tal cruel e insensato mundo.
-Capítulo II: La rueda de la fortuna comienza a girar. Una intensa lluvia caía sobre las profundidades de uno de los tantos bosques que rodeaban aquella alejada zona del Rukongai y no parecía querer amainar en ningún momento; cuando aquel pequeño grupo de shinigamis recibió la orden de su capitana de investigar un conjunto de extraños acontecimientos que estaban teniendo lugar últimamente por esa zona, nunca imaginaron que iban a encontrar a una joven absolutamente perdida, con sus ropas totalmente rasgadas, rastros de lo que parecía ser su propia sangre y sin tener memoria alguna de lo que había sucedido, por qué estaba por allí o siquiera cuál era su nombre. A pesar que se realizaron varias exhaustivas investigaciones nadie pudo determinar realmente su verdadera procedencia y la causa del porqué de su condición y finalmente con el paso del tiempo tan sólo se transformó en una enigmática anécdota. Izumi Nagisa fue el nombre que recibió la misteriosa joven de aquella amable y comprensiva capitana, que rápidamente la adoptó como su propia hija y la guió por el camino que ella misma había recorrido alguna vez. La gran facilidad de aprendizaje que poseía la joven favoreció su rápido paso por la Academia Shinigami, terminando sus estudios en tiempo récord y siendo recibida con orgullo y alegría en la división donde se encontraba su madre y mentora; sin embargo, esos días llenos de felicidad iban a llegar próximamente a su fin, solo eran parte de la calma que precede a la tormenta.
-Capítulo III: Las cosas no siempre son lo que aparentan. Habían pasado un par de años desde que aquella bondadosa capitana hubiera fallecido a causa de una repentina e inusual enfermedad e Izumi se encontraba en otra división, ya que cierta misión encubierta le había sido asignada. Extrañas desapariciones de shinigamis a lo largo de todo el Seireitei comenzaban a preocupar a sus congéneres, justo como hacía años atrás había sucedido antes de que Izumi fuera encontrada y las desapariciones se detuvieran por alguna razón; nadie mejor que ella para averiguar que estaba sucediendo, especialmente porque había sido su propia mentora quien había empezado a sospechar de cierto capitán bajo las órdenes del cual la joven se encontraba actualmente. Siniestro, sombrío, déspota, cínico e insoportable, esas serían algunas “virtudes” que poseía aquel atípico capitán, todo lo contrario a lo que Izumi estaba acostumbrada, era el sujeto ideal que encajaba perfectamente como sospechoso de un crimen, sin embargo, todas las pruebas que eran reunidas refutaban todas las suposiciones que la joven hacía y no pasó mucho tiempo hasta que Izumi se viera atrapada en un laberinto del cual parecía no haber salida, hasta que alguien la salvó de su eterna incertidumbre. Aquel shinigami era completamente distinto a su capitán, honorable, confiable, sociable, todos en la división lo respetaban y tal vez esa era la razón por la que se había convertido en el teniente del escuadrón, pero para Izumi él se convirtió en algo más que sólo su teniente, en un principio fue su salvador, luego fue su amigo y por último, se convirtió en su amante. Se dice que el amor es un juego en el que ambos jugadores pueden ganar, pero para Izumi, ese juego sólo tenía un solo y único ganador que había sido predeterminado desde un principio y no era ella.
-Capítulo IV: Traición se escribe con “X”. Déjà vu, definitivamente aquella situación era un Déjà vu, Izumi sentía que de alguna manera ya antes se había encontrado en una situación de las mismas características, para muy a su pesar. El frágil y maltratado cuerpo prácticamente inmóvil de la joven yacía en medio de uno de los laboratorios que se hallaban en las profundidades subterráneas de esa división, borbotones de sangre teñían su uniforme y se desplazaban lentamente por aquel frío y estéril suelo, el dolor que estaba sintiendo debido a innumerables golpes y en especial a aquél par de intensos cortes en su pecho que dibujaban una marca con forma de “X” y que habían sido trazados por aquel al que amaba, era nada en comparación al verdadero sufrimiento que invadía su alma producto de tan cruenta traición, una sonrisa llena de malicia podía reflejarse en aquellos profundos ojos azules, llenos de lágrimas, confusión, desesperación y desconsuelo, una estruendosa carcajada se adueñaba de la habitación y unas cruentas palabras se grababan en su corazón como si fueran cadenas dispuestas a estrangular el mínimo de esperanza contenida en ese pequeño rincón de su cuerpo. Ella tenía razón, ella siempre había tenido razón, ¿por qué tuvo que dejarse embelesar por idílicas palabras?, aquel lúgubre capitán era el responsable de todos los extraños sucesos e inexplicables desapariciones que se habían llevado a cabo en los últimos tiempos en el Seireitei y el Rukongai, incluso su pérdida de memoria había sido producto de sus extraños métodos para borrar aquello que aquel día, años atrás, no debería haber visto, la única razón por la que había sido mantenida con vida era para ser el chivo expiatorio de las verdaderas mentes maestras de tan intrincado y maquiavélico plan que se traían entre manos, el capitán e inesperadamente para Izumi, su teniente, pero, como las incipientes dudas y curiosidad de la joven la habían llevado a descubrir sorpresivamente la cruda verdad o al menos parte de ella, lo único que quedaba era silenciarla de una forma más definitiva y permanente. Sin embargo, la bienaventurada aparición e interrupción del “espectáculo” por parte del por aquel entonces, jefe de la división de operaciones especiales, hizo que Izumi una vez más escapara de las fauces de la muerte, valga la redundancia, aunque para la joven tal intervención no fue del todo bien vista, puesto que si aquel capitán tan solo hubiera llegado un par de minutos más tarde, ese agudo dolor que se esparcía por cada célula de su cuerpo e inundaba su alma podría haber terminado definitivamente aquel día, en vez de perseguirla cual sombra acechante siempre dispuesta a recordar tan trágico acontecimiento que hizo que Izumi jamás pudiera ser la que alguna vez había sido, pero bueno, uno no siempre obtiene lo que quiere y el destino tenía otras cosas en mente para la shinigami.
-Capítulo V: La mejor defensa es la venganza. Ningún rastro quedó de los definitivamente catalogados como traidores, ambos junto a un par de fieles seguidores se desvanecieron fugazmente entre las sombras haciendo de su mera existencia apenas un mito, valiosa información fue sustraída de varias divisiones y desde aquel momento fuertes cambios se produjeron en la manera de accionar del gotei 13, aunque no sería sino hasta un par de años después que tales cambios se pondrían en práctica. Los pocos sobrevivientes que hubieron luego aquel confuso episodio fueron todos trasladados a distintas divisiones, incluida Izumi, la cual, luego de un largo tiempo de recuperación, si es que así podría llamarse al tiempo que pasaron varios shinigamis de la cuarta división tratando de borrar aquella cicatriz que se rehusaba a desaparecer y la cual venció esa batalla, e innumerables interrogaciones, se vio en las puertas de la novena división. No había superado para nada lo que había acontecido y probablemente jamás lo haría, sin embargo tan solo un pensamiento se había apropiado de su mente y ese era la venganza, ella no permitiría que aquel trágico ciclo volviera a ocurrir, estaba segura que una muy importante razón había para tomarse el tiempo de armar un plan que durase años, algo mucho más siniestro de lo que había dilucidado en un principio se encontraba en marcha y para cuando ese momento llegara ella quería asegurarse de hacerles frente, por eso fue que justamente ella misma había pedido ser trasladada a la novena división, ella se haría más fuerte, lo suficiente no solo para poder defender a sí misma y saldar cuentas con su antiguo amor sino también para defender a toda la Sociedad de Almas.
Última edición por Izumi Nagisa el Jue Feb 09, 2012 10:05 am, editado 3 veces | |
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