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| Tema: Ficha de Kariwin Vie Jun 19, 2009 11:59 pm | |
| Nombre: Kariwin. Sexo: Hombre. Rango: Raso de la 6ª División. Zampakutoh: Satsujin no Jizen (Compasión del Asesino). Espíritu: En construcción. Liberación: Naku, Satsujin no Jizen. (Llora, Compasión del Asesino). Shikai: Cuando la compasión toma su forma real, unas espinas surjen en su empuñadura, que rasgan las manos de aquel que la empuña y hace que la sangre recorra con un hilo el filo mientras éste forma un látigo con espinas, de un alcance aproximado de cinco metros. Esto representa el dolor que le provoca sesgar otras vidas. Desde entonces, en cuanto su sangre se mezcla con la sangre de otro individuo, se crea automáticamente un vínculo vital, este vínculo se puede formar bien por ingerir la sangre, bien por recibir un corte, por pequeño que sea, del arma. Esto tiene varias pautas. - Spoiler:
- Compartir Daño:
Tras crear el vínculo, cualquier daño que reciba cualquiera de los dos que tenga el vínculo, lo recibirá también la otra persona. Esto se aplica también a las curas. Sólo se traspasa el daño o la cura, con lo cual, el estado final depende de la capacidad de aguante de cada persona.
- Red:
El número de lazos que puede mantener está limitado por su rango, sin embargo, cuando tiene varios lazos, hay varias cosas peculiares: Si alguien de la red recibe daño, lo recibirá también Kariwin y sólo Kariwin. Si alguien de la red recibe una cura, la recibirá también Kariwin y sólo Kariwin. Sin embargo, si en cualquiera de ambos casos, es Kariwin el que recibe algún daño o alguna cura, lo recibirán todos los de la red.
- Duración:
Dura, justo desde después de que la sangre sea mezclada con la de su objetivo (bien tras un golpe, bien tras ser ingerida, pero siempre después) hasta que o bien el Shikai sea sellado o bien el mismo Kariwin decida cortarlo. Si lo corta justo tras un ataque o curación, el objetivo (la persona que esté al otro lado del lazo) recibirá la mitad del daño o de la curación aunque haya sido cortado el lazo.
- Rastreo:
Puede tratar de rastrear a cualquier persona con la que tenga un lazo formado, ya que una energía une a ambos y es capaz de verla y de sentirla.
Imagen del Shikai:- Spoiler:
Descripción Física: Un chico pelirrojo de cabellos largos, ojos verdes, jóven, aunque muy alto para su edad, rasgos finos aunque atléticos, de una peculiar belleza casi femenina, sus ropas son siempre de caracter oriental y suele esgrimir una sonrisa inocente y un aspecto bastante inofensivo, aunque confiado. Tiene catorce años. Aspecto Físico:- Spoiler:
Descripción Psicológica: Un chico alegre, incluso inocentón, siempre con una sonrisa y dispuesto a ayudar y a entregarse al máximo para ayudar a sus compañeros. Sin embargo, bajo esa apariencia, siempre evalúa todas y cada una de las posibilidades, dado que siempre trata de hacer el menor daño posible. Otro dato curioso es que, cuando recibe un fuerte Shock, su memoria se ve bloqueada. Adora la sinceridad por encima de casi todo. Historia:- Mundo Mortal:
- Spoiler:
Hace ya tiempo, en una aldea perdida en algún lugar del mundo mortal, donde la relación con los espíritus siempre fué algo habitual, cercana a una selva sin explorar, nació un pequeño niño. En la aldea en cuestión era tradición que cada integrante se pusiera en contacto y dominase su "bestia interior", pues en caso de no hacerlo, no podrían alcanzar la fuerza suficiente para defender la aldea, así pues, cuando el pequeño niño alcanzó la edad de cinco años, le sometieron al ritual pertinente: lo dejaron suelto en mitad de la selva... Si podía volver vivo por sus propios métodos: sería uno con su bestia... En caso contrario, perecería... Evidentemente, la esperanza de vida era bastante reducida...
Ah, se me ha olvidado comentarlo antes, esa "bestia interior" representa todo lo irracional en el ser humano: sus miedos, sus iras, sus temores... Todo.
Pero volviendo al asunto que nos importa... El jóven niño fué abandonado a su suerte, con nada salvo su propio cuerpo. La rabia y el miedo a la muerte se apoderaron pronto de él, y luchaba con uñas y dientes y maderas y todo lo que podía, con tal de sobrevivir... Encontró así, sin haber pasado ni tres días, una manada de habitantes, una tribu de gente que asociaba sus bestias a la de lobos, llegando a tener incluso partes de éstos en sus cuerpos [como las nekos que hay en la SS, pero con lobos XD] le acogieron y dispusieron su bestia al servicio de la manada, llegando a convertirlo en todo un jóven de 15 años, con una bestia feroz, a la vez que fría y calculadora en combate... A su edad era todo un exterminador de la tribu contraria: Neko. Le habían enseñado las cosas horribles que hacían con los de su tribu y su odio hacia ellas se acrecentó, mientras los recuerdos de su pasado más humano yacía en el olvido ya...
Habiendo pasado por su lista algunos de los pecados más brutales, habiendo incluso presenciado violaciones por parte de sus "hermanos", lo cual consideró justo en su momento, sabiendo lo que le habían contado. Pero recibió entonces instrucciones acerca de destruir un campamento avanzado junto a dos compañeros más, y partieron hacia allí. Al llegar al lugar, en apenas media hora ya no quedaba rastro con vida... Salvo un llanto. Al acercarse, vió una cría de Neko, y por unos segundos su mente se congeló, volvieron a él los recuerdos de cuando tenía esa edad, de cuando era alguien completamente inofensivo... No veía motivo alguno para terminar con una niña inofensiva... Pero sus compañeros sí, y se lanzaron a por ella, rápidamente se giró y, tras un intenso combate, terminó con ambos. Malherido como estaba, arropó a la niña y salió del lugar corriendo. La bestia en su interior clamaba por terminar con la niña y volver a su lugar... Pero mi mente se negaba y luché contra él... Poco a poco me estaba, de nuevo, olvidando de quién era, sólo mirando hacia un destino incierto, mientras corría con una niña en mis brazos... La cría de mis rivales eternos.
Tuve que dejar a la cría con los primeros humanos normales que encontré, mientras incrementaba mi olor, haciendo yo de cebo y tan sólo pudiendo rezar por su bien... Corrí, luché, casi por medio año más... Pero al final me encontró el Alfa, el gran jefe, y me desafió a un combate de honor, y acepté... No sé si debería de haberlo hecho, pero lo hice... El combate fué sangriento y, aunque en un arrebato de ira, canalizando mis propios miedos, logré darle un golpe que lo derribé, escupió una maldición sobre mí, la maldición era clara: "Al venirte con nosotros, no sabías quién eras... Te dimos un Nombre y una vida... Y te has olvidado de ella por seguir un futuro vano... Ahora nunca podrás volver a tu pasado... Nunca, cada paso que des... Cada shock.. Será un nuevo futuro... Y una nueva pérdida... Nunca alcancarás la felicidad..." Y así, al girarme, una manada de lobos espectrales, resultado de todos mis compañeros que había asesinado, se abalanzaron y arrebataron mi vida... Haciéndome dar otro paso...
- Rukongai:
- Spoiler:
Así llegó al Rukongai, con una muerte por la ira de sus compañeros caidos... Unos que nunca podrían descansar en paz hasta acabar del todo con mi existencia. Mi cuerpo era más jóven que cuando era humano y estaba completamente desconcertado, gracias a la maldición, mis recuerdos vagarían conmigo... Gracias a la maldición, sellados salvo para recordarme lo peor. Vagué de lado a lado, sin conocer a nadie y con un miedo atroz... Luchaba, de nuevo, por sobrevivir... Pero cuando luchaba en serio, mi mente se apagaba, los resquicios de lo que fuí tomaban el control de mi cuerpo y... Vencían. Siempre han vencido. Un día, un Shinigami llamado Saevior me encontró en el Rukongai y, viendo mi potencial en el combate, me mandó directamente para la academia... Otro paso... Y ese ser quedaba nuevamente sellado en mi interior...
Conocí allí a mucha gente, pero todos eran muy distintos a mí, tenían más determinación, más fuerza... Y se dejaban llevar con facilidad. Casi me daban lástima. Yo no tenía cabida alguna allí, decidí marcharme, preparando todo, tras la última clase. Sabía que había aprovado, aquel Kidoh no era nada complicado, pero... No tenía ganas de luchar por una sociedad que desconocía... Sin embargo, me encontré con un bibliotecario muy raro, jóven, se llamaba Kishu, y sonriente, escuchó mi problema, mi sentimiento de vacío... Me dijo que era mi decisión, pero que entonces, mi vacío se haría más grande, por que no habría nada con lo que llenarlo. Asentí con la cabeza, aquel hombre era sabio y pasé horas hablando con él. Finalmente, me dijo que buscase a Kokoa en poder, que estaría por el cuarto escuadrón. Volví a asentir con la cabeza, y así, volví...
Cuando vinieron los Capitanes a escojer a sus alumnos, Saevior me vió, se acercó a mí y con una amable sonrisa, me dijo que me había vuelto fuerte. Luego, serio de nuevo, se giró y me dijo que recojiese mis cosas... Y un nuevo futuro ante mí.
- Seiretei:
- Spoiler:
Un nuevo camino aún por andar se haya ante mí...
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