-Bleach: Final Judgement-
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 Ficha de Noriyuki Izuna

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Noriyuki Izuna
Fracción del Amo
Noriyuki Izuna


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MensajeTema: Ficha de Noriyuki Izuna   Ficha de Noriyuki Izuna EmptyMar Jul 07, 2009 3:48 am

Nombre: Noriyuki Izuna

Sexo: Hombre

Edad: Unos 17 años en apariencia.

Rango: Fracción del Amo.

Poder Hollow Inherentes a la propia existencia de Noriyuki, una determinada cantidad de hurones-zorro espirituales (kuda-gitsune) de ciertas características acompañan a Noriyuki siempre, pues al dividirse su alma y reconfigurarse como la de un hollow, éstos quedaron con un cuerpos aparte, pero a la vez, conectados de forma inevitable a él.

Ficha de Noriyuki Izuna Captura-50989

Sus principales características son el poder olfatear reiatsu con gran precisión, incluso a grandes distancias, además de una vista sagaz y astuta. Los movimientos de combate de los hurones-zorro se realiza casi a la velocidad de un sonido, solo que dejan un destello amarillento en el que pueden distinguirse, como candentes llamas, sus dos ojos. Mientras Noriyuki esté en pie, por mucho que los extraños hurones-zorro sean eliminados, otros aparecerán, nacidos del propio reiatsu de éste. Si Noriyuki cayera, éstos caerían con él, al extinguirse su reiatsu.

La característica más poderosa de estos pequeños hurones-zorro espirituales, es que sus sentidos y los de Noriyuki están ligados, así como una comunicación interna totalmente telepática entre ellos mismos y el propio Noriyuki.

Zampakutoh: Jigoku no Kitsune.

Resurreción: Cuando Noriyuki libera su zampakutoh, esta va entrando progresivamente en estado de ebullición, pasando del metal normal a un naranja rojizo incandescente. La zampakutoh estalla en burbujas de este líquido incandescente, al tiempo que el propio cuerpo de Izuna lo hace también. Como si fuera metal líquido a gran temperatura, una nueva imagen se va creando, la de un zorro de nueve colas de aspecto tremendamente agresivo, y de poderes muy superiores a los anteriores. Las principales características de esta nueva configuración son:

Ficha de Noriyuki Izuna Kyubi

[*] "Eneas Zeros:" Una sola vez por combate, podrá realizar una potente variante del zero, el cual tendrá un color anaranjado-rojizo, como lava hirviendo. La principal característica es que, este zero, comienza por una de las nueve colas y, tras el zero de esa cola viene el de la siguiente, completamente seguido, y tras el de esa, el de la siguiente; así hasta completar las nueve colas. Los zeros se hacen de forma casi simultánea, de manera que dejan un margen casi nulo a la evasión.

[*] Su pelaje está recubierto ahora de un aura completamente incandescente. Cualquiera que lo toque o se acerque a él con partes de su piel, sufrirá efectos derivados de quemadura grave.

[*] El poder regenerativo que por naturaleza tendría, aumenta exponencialmente. (Los efectos serían esencialmente notables tras el combate, aunque durante éste también recupera sus heridas con mayor rapidez y facilidad)

[*] Sus garras son tan consistentes y letales como el acero de cualquier zampakutoh en forma de katana, sumándole a eso su poder abrasivo.

[-] En este estado, el consumo de energía espiritual es tremendo, y Noriyuki tiene que agotarse bastante para mantenerlo un buen tiempo.

[-] A pesar de la dureza de sus garras y del aura incandescente que rodea a Noriyuki , su piel ahora tiene menos resistencia que el hierro que le cubriría normalmente.

Especialidades en Habilidades Arrancar:

- Maestro del Sonido: Maestro
- Maestro del Cero: Maestro
- Maestro de Acero: Principiante.
- Maestro del Puño: Básico.

Aspecto: Noriyuki es un joven de unos 17 años en apariencia, bastante alto y de complexión delgada. Su cabeza está poblada por un salvaje pelo castaño, que debido a ese preciso carácter salvaje, le hace diferentes despuntes al llegar a las puntas de los cabellos, dándole una apariencia, en cuanto a peinado, bastante impredecible. A este cabello castaño le acompañan también unos profundos ojos del mismo color, grandes y brillantes en primera apariencia, pero con un nacarado marrón que les da profundidad a la vez que belleza. Como reseña destacable, Noriyuki viste su uniforme del instituto aún, un sencillo traje chaqueta elegante y serio, pues se niega a quitárselo, es un emblema de su pasado, que le ha acompañado en todo el proceso de tránsito de su alma, casi como si fuera una segunda piel.

Ficha de Noriyuki Izuna Captura-59405

Carácter : A primera vista, Noriyuki es un tipo pervertido y algo inseguro (esto no quiere decir que lo de pervertido sea falso). Es bastante reservado, y cuando se comunica con la gente lo hace de forma escueta y educada, pero sin llegar a ser serio, dando así, más bien, una impresión de debilidad. No obstante, en combate, si es provocado, sobre todo, si ve amenazados ciertos ideales o algo que le enerve demasiado, puede convertirse en un joven de firme determinación, llegando incluso, a una violencia extrema.

Historia: De intolerencia llenó sus pequeños estómagos.

Esperanzado, como el inclemente sol que se imponía en el cuadro central del cielo de aquel verano, Noriyuki Izuna, joven estudiante del instituto Seito, caminaba, como cualquier otro día, directo hacia su pequeño infierno particular. Día a día, bien mezclados entre horas de estudio y de clases, tenía que soportar insultos y calumnias por parte de sus compañeros, de la más estoica forma. Les miraba con desinterés cuando ellos hacían sus gracias, lo que les provocaba e incitaba a seguirle agrediendo tanto física como psicológicamente.

Así, cual inanimado saco de boxeo, al caer el mismo sol que le anunciaba por las mañanas su entrada a su propio círculo, dentro de su infierno de Dante, recogía sus cosas y caminaba de vuelta hacia su casa, completamente desesperanzado, con la expresión de infinito vacío poblando aquellos juveniles ojos vidriosos. Al llegar a la casa, Izuna encontraba su particular paraíso, un lugar donde tenía todo lo que necesitaba para purgar aquel calvario de su mente. Nada más abrir la puerta, casi una decena de juguetones hurones albinos iban hacia él, subiendo por todo su cuerpo y saludándole animado. El joven siempre esperaba a que llegase el mayor de todos, su fiel compañero Hibi, quien habiendo sido el primero que tuvo, había estado a su lado desde la muerte de sus padres, añadiendo un ameno despunte de claridad a aquellos ratos de solitarias penumbras.

Eran sus agresores conocedores del tesoro de Noriyuki Izuna, de cual era ese lugar donde volvía a ser él, y donde podía relajarse, para así hacerse más resistente a ellos en la siguiente jornada. Por ello, el día más agridulce no se hizo esperar. Con una buena sonrisa lo comenzó Izuna, al comprobar que sus principales agresores habituales no estaban asistiendo al instituto esa preciso fatídico día. Alegre comentó aquí y allá algunas palabras sueltas, con algún grupo de chicas, que jamás se acercaba a él porque el resto las amenazaban, a la vez que lo ridiculizaban a él. Fue al llegar de nuevo al hogar, su apacible y pacífico hogar, el cual no tardó en revelarle, en forma de vidrios rotos y muebles maltratados; los vestigios del inicio de aquella tragedia, que cambiaría para siempre al jovial Izuna.

Al avanzar hacia la cocina, aún los hurones no habían aparecido, les sentía bajo los muebles arañando el suelo nerviosos, en frenético pavor. Una nota ensagrentada hizo encenderse por completo la llama de la ira y la desesperación en los marrones y calmados ojos de Noriyuki.

"A ver si con esta herida en tu tendón, nos aguantas tanto en la arena, Aquiles."

Los ojos de Noriyuki casi salen de sus órbitas, cuando, justo debajo, en al lado del propio frigorífico halló, en una papelera, cual vulgar basura, el cadáver de Hibi, el más viejo y apreciado de sus hurones. Una pequeña hilera de sesos ensangrentados salían por un extremo de su cabeza y alteraban su rostro de forma macabra, dándole ese mismo aspecto de algo muerto e inservible. Un castañetear de dientes comenzó a oirse, mientras el rostro de Izuna rezumaba impotencia que sus lágrimas desechaban rostro abajo. Rígido y furioso, con unos ojos que no eran los suyos, Izuna entró al cuarto de sus padres, yendo directo a desbancar de su lugar aquella katana familiar, cuyo padre había empuñado cientos de veces ante sus ojos, hablándole de lo que representaba un arma para el hombre, como canalizador de su furia y su orgullo, que finalmente terminaría siempre en determinación. Así lo recordó mientras resonaba en su mente, y, apenas había anochecido cuando ya salía resuelto, katana enfundada en mano, hacia el cercano local donde se reunían los responsables.

Un violento golpe interrumpió los sonidos de música Rock del interior, mientras el exterior arrojaba la luz de una farola próxima hacia dentro del local, la figura de Izuna se abrió paso. No sirvieron esta vez las mofas ni insultos, y pronto acabaron las bromas, entre expresiones de terror proyectadas en caras manchadas con la sangre de cada uno de los allí presentes. Con bolsas de basura recogidas del propio local, un dementemente sonriente Noriyuki, recogió cada uno de los pequeños trozos que había hecho de los cadáveres, mientras, con la misma febril expresión, se limpiaba el sudor, derivado del inefable esfuerzo físico. Cuando todo estuvo recogido y debidamente desinfectado, volvió a su casa con dos enormes y pesadas bolsas de basura, aun alentado por esa misma infantil expresión.

Preparó, como cada noche, la comida para sus hurones, esta vez, una ración especial, entre la que había añadido, mezclados entre el común preparado, algunos trozos de carne bien picados de lo que eran sus compañeros de clase. A la mañana siguiente, tras haber dormido a pierna suelta, mientras preparaba una nueva ración a la que los hurones ya acudían ansiosos, los padres, hermanos y familiares de los asesinados y troceados, irrumpieron, acompañados de la policía, en aquel, su hogar.

Izuna les recibió con pasmosa tranquilidad, mientras con el cuchillo de cocina troceaba la carne de los hijos de los que tan atentamente le miraban, pasmados y pavorosos. La inevitable pregunta de las autoridades no se hizo esperar, por lo que, Noriyuki satisfizo su curiosidad.

"- Están aquí, con nosotros, estamos todos pasando un buen rato, como cualquier día de clase." - Contestó sonriente Izuna.

La policía no pudo contener la violenta respuesta y, las primeras contusiones cerebrales causadas por los primeros golpes brutales de diversos familiares, terminaron con la vida de Izuna rápidamente. Asímismo, se decidió sacrificar a sus hurones, y olvidarse de esa casa por algún tiempo.

De este punto a la total oscuridad, Izuna no notó gran paso del tiempo. Devoraba almas con total impunidad, ayudado de los que ahora eran una especie de extraños zorros mezclados con algunas características del hurón. Cada uno tenía una parte del alma de los caídos, y todos un gran porcentaje del alma caída de Hibi.

[Continuará]


Última edición por Noriyuki Izuna el Miér Jul 08, 2009 7:53 pm, editado 1 vez
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