»★Ficha de Kokoa★«

Vida mortal:
(faltan datos, muchos.)
En una casa, digamos, un palacio, un caseron, un laboratorio... ahi vivia Kokoa. Con sus tres hermanas. Ella era la segunda menor.
Eran niñas abandondas, aunque segun los informes de los cuidadores, dos de ellas no eran tan adoptadas... unos cientificos las recogieron y experimentaron con su ADN creando monstruos, monstruos llamados vampiros, necesitaban la sangre para vivir, pero al contrario de lo que muchas leyendas decian, los crucifijos no las hacian daño, ni las cebollas, ni los ajos, ni diversas verduras, ni siquiera el sol. Pero tuvieron un fallo, algo salio terriblemente mal, una deficiencia importante basada en una terrible alergia que provocaba cortocircuitos en sus propias venas.
Por eso las encerraron en esa casa, aparte de para adiestrarlas y continuar experimentando con ellas cada cierto tiempo.
Por ese motivo Kokoa era la que menos alergia tenia, eran a la que mas experimentos habian sometido, llegando a un cierto... digamos sosteniendo la situacion.
Las niñas crecian despacio, mucho mas lento de lo habitual, pero aun asi no quedaron en bebes, como muchos de ellos temian, asi como, las antiguas leyendas comentaban. Una pareja era la encargada de cuidar de las niñas prinipalmente. Kokoa les veia envejecer rapidamente.

La mujer, Raquel: peliroja, de grandes ojos verdes, alta, delgada y de gran pecho, occidental. Muy blanca de piel y de manos pequeñas. Descuidada, elegante, hablaba siempre en susurros, como si temiera que las paredes la fueran a escuchar y contarle sus secretos a todo el mundo.
Aun en su vejez, Shizuka lucia explendida y sonriente, una sonrisa de medio lado, oscura, que parecia ser ocultaba algo. Lo unico que habia variado en su rostro eran las arrugas alrededor de los ojos.

El hombre, Kokoro: japones, lucia pequeños ojos tras sus enormes gafas de culo de botella. Llevaba el pelo morado , el poco que le quedaba, reogido en una coleta y un gran injerto en la frente. Se le notaba extremadamente. Cuando pasaron unos años, no le importo tanto su calvicie y se lo quito. Cejas pobladas... en realidad, se podria decir que tenia mucho, mucho, mucho, mucho, mucho pelo. Menos en la cabeza, claro. Enorvado, segun le recuerda Kokoa, siemrpe con una bata blanca y traje de cuadros, bastante feo. Combinaba con Raquel como la noche al dia. Siempre dubitativo, siempre, no hablaba nunca. Pero le gustaba mucho el vino de jerez y tocar el piano. A veces, por la noche, en la mansion, se esuchaban notas distantes de una triste melodia que contaba la realidad de la vida, el comenzar y el acabar, se podria decir que se definia en una sola nota.

El nombre de la mayor era Kahlua-san, era agradable a la vista, pero demasiado inocente, demasiado.... niña, demasiado incompetente y debil para que le cayera bien a Kokoa, siquiera para fijarse en ella. De rasgos occidentales toda una delicia, cuerpo estilizado, de grandes curvas, cabello rubio y corto, femenino, ojos azules, cara redonda pero compensada. Siempre vestia con ropas atrevidas y coloreadas, hiciera lo que hiciera, le gustaba disfrazarse siempre que podia de algun personaje conocido. Se esmeraba en la cocina y en las tareas del hogar, aunque, aquello no hiciera falta debido a que tenian sirvientes que lo hacian todo, dio como resultado que fueron los mismos sirvientes los que la adoptaron al cogerla suficiente cariño para poder soportar su "peculiar" adiccion a los videojuegos.

La menor era Akuha-chan, cabellos negros, ojos violetas y pésimo gusto al vestir. Apenas tuvieron relación.

Pero para ella la segunda, Moka, siempre seria la mejor, prepotente y callada. De largos cabellos blancos y ojos rojos como un horizonte enfadado, cara redonda, pues no se distaban mucha edad, y aun siendo vampiras, la cara las cambiaba por su extraña deformacion en el ADN. La admiraba. Fuerte, distinguida, con clase. Siempre vestia vestidos negros y se sometia a duros entrenamientos por iniciativa propia.

Kokoa fue la ultima en llegar a la casa, obstinada y convencida desde bien pequeña, era la favorita de los investigadores, al ser la ultima, ya casi mas deseaban una hija que un experimento. La consintieron demasiado por eso es como es, pero tambien es a la que mas experimentos la hicieron al resultar la ultima, se suponia que el experimento estaba culminado y sus largos años de vida no servirian para nada si no terminaban el trabajo con ella. Debido a los muchos dias que pasaba en el quirofano su cuerpo estaba debil, apenas la dejaban entrenar, solo la modifiaban y modificaban, para que fuera mas perfecta y fuerte. La "construyeron" un juguetito, un murcielago con el ADN alterado para que hablara y la sirviera de apoyo y escudo en la lucha, pocos dias que pasaba fuera los pasaba entrenando con Moka, tenian una relacion muy especial. Se esforzaba en superarla. Todo lo que hacia, todo acto, toda tarea que realizaba, iba encomendado en llegar a pegarle una paliza a su hermana de cabellos blanquecinos. Detras de todo ese "odio" que empeñaba tener hacia su hermana mayor solo esondia una cosa, el tremendo miedo de que la dejara.

Moka siempre la terminaba dejando tirada en el suelo; "en su lugar", como Moka decia, con el cuerpo lleno de heridas , las cuales, gracias a los numerosos experimentos, curaban pronto.
Pero a pesar de todo lo que se pueda pensar, Kokoa siempre penso que estar en un quirofano y que te hicieran pruebas era normal. Que debia tener alguna enfermedad y se la intentaban curar. No le entraba en la cabeza que Raquel o Kokoro, quisieran hacerle algo malo. Si supiera que es una "niña probeta" de Raquel y un desconocido, que no tiene ninguna enfermedad conocida, a no ser de que se cuente "alterar el ADN de alguien y convertirlo en una raza diferente solo por ""diversion""". Pero aunque se lo hubieran dicho nunca, jamas, se lo hubiera creido.

Al llegar a cierta edad, eran adoptadas por unos padres mortales, los cuales las sellaban sus poderes vampiricos mediante un rosario, en el cuello, para poder vivir en mundo mortal con tranquilidad y recibir una educacion acorde a su epoca.

Un dia, los "padres" de Moka se la llevaron.
El mundo se le cayo encima a Kokoa cuando su hermana la comento que era lo que debia de hacerse y aquello seria hecho.

La soledad le embriago en un solo minuto y por fin pudo comprender las composiciones de Kokoro, el mayor miedo de Kokoa se convirtio en la soledad, en la soledad que iba a sentir cuando se fuera su hermana, cosa que jamas iba a aceptar, cosa que jamas diria, cosa que jamas volveria a pensar.
¿Como iba a tener miedo ella? Ella era de una raza superior, un monstruo de nivel "S" temido y respetado haya donde fuera, del que se habia escrito miles de libros y se seguirian escribiendo. Ella no debia de tener miedo. Los demas debian tener miedo de ella.

Asi que se escudo en la promesa que hizo un dia de que venceria a Moka, de que algun dia la ganaria, daria igual donde fuera, como fuera y con que pretexto.

Pero de todos modos, de noche lloraba. Lloraba por ella, por los dias que la quedaban sola.

El dia en que Moka se fue, en aquel coche negro, llevada por Moiru el chofer, corrio detras de ella, con Ko-chan convertido en guadaña, de ese modo queria decir que, de la unica forma que saldria de alli seria muerta. Pero el coche corria y corria, corria mucho mas que ella, mas deprisa, mas rapido.... Por fin consiguio alcanzarlo debido a su rapidez inhumana, pero tenia un tremendo fallo, los coches no tropiezan con piedras, no se comen el suelo, no sangran.
Kokoa tropezo y dio con los huesos en tierra mientras levantaba la guadaña.

El dia siguiente Mioru estaba encerrado en el sotano y ella no lo dejaba salir. Finalmente la confeso adonde habia llevado a Moka, que habia pasado y en que direccion residia ahora.

A su hermana la colocaron el sello, un rosario alargado y plateado, en cuyo corazon residia el poder vampirio de Moka. Uno que la hacia debil. No le gustaba, esa no era su hermana.

Consiguio el dinero suficiente y se escapo. Seguramente fue el motivo de la muerte de Raquel y Kokoro, estos le dejaron toda su herencia a Kokoa, la cual al tener legalmente mas edad de la minoria se pudo quedar con todo el imperio que estos habian conseguido en las empresas cientificas privadas.

El incidente con el coche la enseño una cosa. Era rapida, pero, a veces lo era demasiado, sus pies iban mas rapido que sus ojos y no podia mirar siempre el suelo, menos aun, cuando tenia un objetivo fijo. Asi llego a la conclusion de conseguir una bicicleta. Una fuerte y resistente, que pudiera aguantar sus correrias y sobre todo con buenos frenos, suspension y que no se cayera jamas.

Consiguio encontrar la residencia de su hermana, cuando vio aquella mojigata de pelo rosa no se podia ni creer que aquella fuera ella.
Sabia que el rosario la haria debil, segun lo que le conto el chofer, pero.. eso era excesivo. Esa sonrisa... esos andares... esa no era su hermana. Desde ese momento, la asedio con furor, pues al tener toda la fortuna a su disposicion podia hacer lo que queria. El dinero, era poder. Pasaron los años, lo que mas la divertia era perseguirla con Ko-chan convertido en disfraces para poder meterla miedo.

Ella no contaba nada a sus "padres" pues la advirtieron que no contara nada de lo sucedido en aquel caseron o la abandonarian. Los "padres" de Moka no la querian y se quedaron con ella tras la muerte de los cientificos mas por obligacion que por otra cosa. Pero aun asi, la "Moka Rosa" no se enteraba de nada, era demasiado ingenua como para enterarse de algo. En esos largos años el rosario nunca hablo. Nunca se manifesto la "Moka Blanca".

Hasta que un dia volvio a desaparecer. Sus padre hartos de ella, la internaron en un colegio especial para engendros como ella "la academia Youkai".

Kokoa la encontro. La costo bastante encontrar la academia, primero adonde habia ido, segundo buscandola, tercero conseguir que la admitieran. Tardaron un año en hacerlo pues le faltaban varios cursos en mundo mortal. Los realizo todos deprisa y corriendo, siempre sacando buenas notas, pues eran su llave para acceder a esta. Tenia un objetivo fijado. Ella, Ko-chan y su bici nunca se rendirian. Mientras tanto, ese año, mando a Ko-chan a la academia, a vigilar a Moka. Esta nunca sospecho nada de que se trataba del mismo murcielago, pues podian haber miles iguales, habiendo monstruos iguales en aquella academia.

Llego a ese lugar por fin, despues de que pasaran muchas, muhas cosas que algun dia relatare, y siguio persiguiendola, mandandola cartas con forma de murcielago sin que esta supiera bien quien era ella, pues esa mania la adquirio en mundo humano, en aquellas clases a marchas forzadas, los apuntes, los escribia en esas cartas con forma y dibujo de Ko-chan, para recordarla siempre por que se estaba mezclando con la plebe.

Se encontro varios pervertidos por el camino, a los que apalizo.
Cuando Moka supo que era Kokoa, ella y sus amigos sufrieron una conmocion.
Siguio persiguiendola y.... Muchas, muchas, cosas pasaron (cuando tenga mas ganas las escribire) hasta que un dia, peleando contra su verdadera hermana, la "Moka Blanca" esta le pego una patada realmente fuerte y la mando demasiado lejos.
Al caer, Ko-chan se le resbalo. Con la desgracia de que le cayo encima del cuello y se lo corto.

Nada mas morir, sin haberse dado cuenta de lo que habia pasado, se levanto y un tio muy raro, castaño, de ojos negros, unos 20 años se acerco a ella, mientras esta comenzaba a sufrir deformaciones en el cuerpo.

Debido al odio en su interior, su conversion en hollow estaba siendo rapida. Excesivamente para tratarse de un plus recien pluseado.
La acerco la katana a la frente y ella la paro.

Primero antes de darme con eso, dime que pasa.

Soy un shinigami y si no me dio prisa tu seras un hollow.

Y sin más contemplaciones la golpeo en la frente.
Se ve que en esa academia, al ser para personas "especiales", como ya se ha relatado antes, habia muchas muertes. A parte de que se trataba de un centro especial de poder donde las almas envejecian pronto y el director de esta habia convenido con los shinigamis, a los cuales veia debido a su inmenso poder, que hubiera uno en cada estancia de la escuela, incluso alguno metido en gigai, peusto que como en esa academia no te dejaban revelar tu verdadera forma, norma que como se podra ver cuando complete las muchas, muchas cosas que pasaron se vera, estaban seguros.

Ella, en vida, por su condicion, no tiene constancia de que este muerta, la hicieron de un modo inmortal y asi se creia ella. Asi llego al rukongai. Por alguna extraña razon, llego con la misma edad que tenia, quiza era demasiado joven como para volver a "nacer de nuevo" en el rukongai.
Llego al numero 76, donde vio bastantes caras conocidas de la escuela, a ese distrito los enviaban a todos, era malo, la tierra no daba frutos y el agua estaba estancada. Estaban encerrados en el por vallas y la guardia Siussem estaba al dia. La guardia Siussem era una familia que se creia mafiosa y todos los dias mataba a un numero determinado de gente y nunca lo bajaban, si acaso lo subian.

Estos vigilaban la frontera de las vallas de la gente considerada peligrosa.

Al principio la costo adaptarse,puesto que aunque muerta, seguia con su "peculiar" adiccion a la sangre. Dentro de las vallas, aun siendo antiguos yukais, todos habian perdido sus poderes y consciencia de que vivieron antes con formas diferentes.
Seguia teniendo la mania de ir mordiendo gente y no tardaron en hacerse crucifijos de madera podrida y tirarle las pocas verduras que tenian.

Sin familia, sin casa, en esas condiciones, no tardaria en morir a manos de los Siussem. Unicamente llevaba una semana en el rukongai y era el objetivo de toda la ira de los que ahi vivian. De una fuerza espiritual fuera de lo comun desarrollo una zampakutoh aun sin haberse graduado. Echaba de menos a Ko-chan, pero, realmente el siempre habia estado con ella, cuando se materializo en su forma de espada ella creyo que simplemente se lo habia encontrado, que habia sido una coincidencia, que alguien se habia dejado aquella extraña katana en ese lugar.

La uso siempre para defenderse, le parecia inutil quitar vida a gente libremente, pero de todos modos mato a unos cuantos.
Ko-chan apenas tardo dos años en aparecersele en uno de sus descansos en los tejados, cual gato solitario.
La dijo que no se preocupara, que aumentara un poco mas su poder y el ya podria salir.
Siguio entrenando, en silencio. Su necesidad de dormir no era excesiva, cuanto menos y era bastante hiperactiva. Necesitaba salir de alli o moriria de hambre.
Ko-chan al final le dijo sus palabras, que eran lo mas sencillo del mundo y este se materializo. En cuanto lo vio, numerosas y amargas lagrimas cayeron sobre su rostro. Aquel que siempre habia estado con ella, la habia demostrado que nunca, nunca la abandonaria.

La razon que daba Kokoa a estar ahi era muy simple, tantas cosas habia hecho, que el director, Moka y los demas se habian cansado de ella y como a Evangeline (vease en muchas cosas que escribire algun dia) la habian dejado olvidada en un lugar terrible. Castigada, apresada. Un castigo cruel que no terminaria hasta que enmendase todo el mal que habia causado a los yukais.

La caminante solitaria se fue quedando sola en aquel distrito, aunque no paraba de llegar gente. Se ve que los Siussem tenian demasiado miedo a un alma que habia desarrollado tanto poder por su propia cuenta.

Llevaba aproximadamente una semana sin probar sangre y se sentia cansada. Asi que cuando encontro un charco de sangre, aunque fuera sucia, aunque no fuera propio de ella hacer eso, se agacho y como un gatico comenzo a beber del charco.
Se vio rodeada, rodeada por gente que la gritaba y la tiraba las ya citadas cosas a la cabeza. Uno de los crucifijos la golpeo la cabeza, incluso para llegar a hacerle una herida la cual emanaban cuatiosa sangre. Se llevo la mano a la testa y se asusto, su cabello rojo aun se hizo mas oscuro, tiñendose de un carmesi brillante, deslizante.
Cayo y cerro los ojos, desmayandose. Los "pueblerinos" la atestaron una paliza en cuanto eso sucedio y creyendola muerta se fueron.

Cuando abrio los ojos no vio el cielo sobre sus ojos, sino el techado de una casa. Un chico de aproximadamente los mismos años que ella, quiza algo mas, la saludo.

Ella volteo la cabeza y sin decir nada se dejo curar. Vio su zampakutoh encima de la mesa, sellada con Ko-chan dentro. Volvio a llorar como hacia tiempo que no lo hacia y se prometio a si misma hacerse mas fuerte, no podia permitir que Ko-chan tuviera que estar encerrado.

El chico se sorprendio. La caminante solitaria estaba llorando.

Os odio.- Dijo la muchacha mientras el le vendaba la cabeza.

Por que?- contesto el.- Por que nos odias?

Ella se callo y no dijo nada mas, pero siguio llorando. El ultimo vendaje fue en la pierna derecha. Echaba la culpa a los "pueblerinos" de que su bici hubiera desaparecido.

¿Cual es tu nombre, shinigami?-pregunto el muchacho de cabello verdoso.

¿Shinigami? que es eso?- pregunto ella.

El muchacho le estuvo explicando,que eran algo asi como los señores del lugar. Todos les odiaban, por que aunque podian nunca hacian nada por ellos y que su mayor sueño era ser shinigami de la 4, para poder curar a todos los que se encontraran mal, que admiraba a algunos del servicio de emergencia que de vez en cuando se pasaban por el rukongai, aunque, todo habia que decirlo, los mas aventajados distritos. Ella le dijo su nombre y él el suyo. Ella le conto su problema y el le presto su sangre.
Sin saberlo Kokoa, se habia creado una union fuerte entre ellos y no volveria a luchar sola.

En la siguiente disputa con los "pueblerinos" este les convencio de que en realidad no era mala, que era como el resto y que para vencer a los Siussem hacia falta estar unidos.
Fue la primera gran batalla de Kokoa, varios murieron, muchos salieron heridos de gravedad, pocos ilesos. Hasta los niños portaban armas contra lo Siussem. Sucedio una noche oscura. Estaban preparados. Habian dejado un cebo apeteciblemente debil en las calles. Aquella mafia se encargaba de eliminar a los mas debiles, no les interesaban, estaban creando un pequeño ejercito dentro de aquellas barreras lejos de los ojos shinigamis.

La anciana Kisame miraba con ojos observardores todo lo que pasaba en aquella calle. Quiza no era fuerte, ni rapida, pero aun a su avanzada edad, chillaba con toda la fuerza de sus pulmones. En cuanto se acercaron a ella, los quince, pues los Siussem encima de malvados, eran tambien cobardes, su grito se escucho hasta en el sereitei.

La noche de los gritos, lo llamaron ellos.

Les superaban en numero y en fuerza. Los primeros ayeron rapido. Pero debido a los dispositivos de movimiento captaron deprisa su quietud y era un trabajo facil, no debian tardar. Asi que toda la familia, excluyendo al gran otto-sama como ellos lo llamaban, fueron ahi a ver que habia pasado.

La noche de los gritos termino dos dias despues, exhaustos, medio muertos. Pero libres. Libres de la explotacion de los Siussem los cuales estaban muertos. Otto-sama era un anciano. Debian de acabar tambien con el.

Kokoa fue sola a matarle, mientras tres personas mas esperaban fuera. Este la intento convencer para luchar para el y ella le corto la cabeza.
Salio con la boca llena de sangre, aparte del cuerpo. A partir de entonces vivirian en aquella mansion, no deberian tener problemas. Ella y Kisshu (el chico de pelo verde) decidieron que era hora de irse, pero antes Kokoa y el se hicieron un traje nuevo, algo que les diferenciara del resto, pero no diiendo, somo mejores, sino en recuerdo de aquella noche donde podian haberlo perdido todo.

Anduvieron por varios distritos, pero tardaron en llegar a su destino por el impetu luchador de Kokoa y el alma caritativa y bondadosa de Kisshu, siempre desenrredando problemas.

Por cada distrito que pasaban se iban creando club de fans acerca de ellos dos.... Aunque nunca lo solucionaban todo por la prisa de llegar a su destino, no se podian pasar la "vida" en aquellos lugares.

Kokoa no soportaba que la miraran y el protegia a esta de las miradas de los demas.

Pasados los años hasta que llegaron a la academia shinigami y la union entre el y Kokoa era cada vez mas fuerte.
El era demasiado cobarde y ella no sabia lo que eran los sentimientos.
El intentaba convencerla de que estaba muerta y ella se lo negaba y no lo aceptaba.
El se dejaba mordes y ella se reia que el era su juguete.

Siempre ha sido asi para Kokoa.

Se unio a la academia shinigami por Kisshu y por Moka. Seguia buscandola, seguia buscando la forma de salir de alli para dar con ella, la que la habia abandonado.
Sin saber que esa misma a la que "odiaba" tanto se tiraba dias en el cementerio llorando su muerte.

En la citada academia se esforzaba solo en lo que le gustaba, dejando atras habilidades relacionadas con restriccion. Dejando siempre en primer lugar la relacion con su zampakutoh, la velocidad y tecnicas ofensivas, aunque tampoo le disgustaba la curacion debido a Kisshu, este siempre hacia bromas acerca de que irian a la cuatro juntos, el seria el capitan y ella su fukutaichou, asi tendria una reserva de sangre para ella sola, pero... ella siempre faltaba a las clases que tuvieran algo que ver con el protocolo, no le interesaba.
Ella y Kisshu nunca se quitaron aquella ropa, consiguiendo otra igual. Era para recordarles que algun dia volverian. Para ayudarles a salir de alli, para que el distrito 76 brillara con la luz mas fuerte del rukongai.
Aunque la habian tratado mal, su nexo con Kisshu se habia formado ahi y era la 3º cosa mas importante para ella.

Informe de la academia shinigami:

https://2img.net/h/i84.photobucket.com/albums/k39/KaSsCaBeL/fotos%20de%20bleach/Untitled-1.jpg


Adjuntada con un papel que dice: No se cree que esta muerta. En condiciones normales estaria suspendida, pero, su alta realizacion de hoho, zanjutsu y hadou, la imposibilita seguir en la academia y suelta en el rukongai seria un peligro. Att: director de la academia shinigami.

Kokoa entró en la 3º división, donde fue bastante feliz durante un tiempo y tramo una bonita amistad con la capitana Shinko Majere. Después de encontrar su bici, el capitán general la encomendó a la capitanía de la cuarta división. Su zampakutoh, que hasta ese momento había sido básicamente de lucha cuerpo a cuerpo vario hasta el punto en el que no tuvo nada que ver, siendo de apoyo completamente, lo que hace pensar que realmente el poder de Ko-chan es el de la adaptación, que según su dueña necesite podría variar, pero nunca descubrió lo que realmente era capaz de hacer...
Tras tener un par de tenientes algo ausentes e inútiles, decidió no tener ninguno más. Descubrió las notas de la antigua capitana y aprendió un porrón de kidohs especializados en curación gracias a ello...
Con los que ayudo a un vizard moribundo que estaba apunto de perder el brazo. Pero debido a que la muchacha aún no lo controlaba perfectamente la infección pasó a su cuerpo, y también el germen del hollow.
Tsubaki delató a la muchacha, sin que esta nunca lo descubriera y la cámara de los 46, con los que nunca guardo muy buena relación, decidieron matarla. Pero gracias a Saevior, capitán de la 6º división, con el que tenía una relación sentimental fuerte y duradera, se salvó de una condena tan determinante y ambos fueron encerrados en una cárcel de reiatus de máxima seguridad, de la que únicamente se podía salir si estaba limpia de rastro hollow. Mucho tiempo paso hasta que eso se hizo realidad, o simplemente estaba tan débil, que su hollow interior decidió retirarse momentaneamente. La capitana Shinko y el actual capitán de la 8º fueron a "recogerla". Después de pasar un tiempo en el hospital, el capìtán general les devolvió un puesto de capitán, en su caso el de la 12º, y a saevior el de la 10º. Kokoa estaba por fin en su salsa. Ahora podía investigar cualquier cosa. Tras hacer varios experimentos comenzaron a pasar cosas raras, y esta vez no era su culpa.

Fueron a las noches donde recopiló mucha información acerca de los arrancar, interesándose cada vez más por ellos. Como si realmente fueran capaces de tener corazón.
La capitana Kumiko, desaparecida en sus tiempos de teniente había reaparecido...
Su sentimiento como "vacio" aumentaba en presencia de Saevior y de ella.
El capitán dela 8º también estaba infectado...

Todo tenía que estallar de algún modo. La muchacha se vistió de blanco, y tras reconstruir la máquina fue a las noches, de nuevo, en solitario. No pasó mucho tiempo hasta que Aokok, su hollow interior, se revelará de nuevo. Y esta vez ganó. De la forma más brutal. Se apoderó completamente de su cuerpo y su forma cambió. Ella ya no era shinigami, ni si quiera se podía parecer a algo que tuviera forma humana...

No está seguro el hecho de que no recuerde nada. Simplemente ahora solo piensa en comer. Y colocar trampas por las noches. Las pobres almas que pasan por encima son inmediatamente comidas.
Conoció a Saevior y a un par de hollows más e hizo una piña. Se pusieron a buscar un artefacto bajo la arena y… cuando lo encontraron explotó. A ese entonces Kokoa ya comenzaba a recordar cosas de su vida como shinigami y como humana.

Al punto de convertirse ella ya lo recordaba todo. E incluso sabía cosas sobre su amigo Saevior que no sabía nadie más. Ni si quiera él mismo… En esos entonces la joven no sabía muy bien que iba a suceder, solo quería convertir a “Las Noches” en un lugar donde vivir y refugiarse.